viernes, 23 de enero de 2015

Devoción a San Expedito


 De origen Armenio, cuando se iba a convertir al Cristianismo
 se le aparece un cuervo gritando: "Cras, Cras" (mañana, mañana), 
a lo que él responde:"Hodie" (hoy).
   

Glorioso San Expedito, grandes han sido los méritos de tu inquebrantable fe, vuelca en nosotros tus virtudes y haz que a imitación tuya prefiramos las delicias celestiales sobre las tentaciones del mundo.
Sed nuestro guía y ayúdanos a transitar con esperanza nuestra vida terrenal.
Te pedimos fervorosamente alivio para los que sufren y tu intercesión ante Jesús, nuestro Salvador, para que abra las puertas del cielo a las almas que aguardan en el purgatorio.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén

Letanías 

Mi San Expedito de las causas justas y urgentes, intercede por mi junto a Nuestro Señor Jesucristo, para que venga en mi socorro en esta hora de aflicción y desesperanza. Mi San Expedito tú que eres el Santo guerrero. Tú que eres el Santo de los afligidos. Tú que eres el Santo de los desesperados. Tú que eres el Santo de las causas urgentes, protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad. ¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).

Mi San Expedito, ayúdame a superar estas horas difíciles, protégeme de todos los que puedan perjudicarme, protege a mi familia, atiende mi pedido con urgencia. Devuélveme la Paz y la tranquilidad. ¡Mi San Expedito! Estaré agradecido por el resto de mi vida y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe. Muchas Gracias.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. 

Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Padre Celestial, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los Mártires, ruega por nosotros.
San Expedito, invencible atleta de la Fe, ruega por nosotros.
San Expedito, fiel hasta la muerte, ruega por nosotros.
San Expedito, que todo perdiste para ganar a Jesús, ruega por nosotros.
San expedito, que fuiste atormentado, ruega por nosotros.
San Expedito, que pereciste gloriosamente por la espada, ruega por nosotros.
San Expedito, que recibiste del Señor la Corona de Justicia que prometió a los que le aman, ruega por nosotros.
San Expedito, auxilio de los que pierden cosas, ruega por nosotros.
San Expedito, patrono de la juventud, ruega por nosotros.
San Expedito, auxilio de los estudiantes, ruega por nosotros.
San Expedito, modelo de soldado, ruega por nosotros.
San Expedito, patrono de los viajeros, ruega por nosotros.
San Expedito, salvación de los enfermos, ruega por nosotros.
San Expedito, consolador de los afligidos, ruega por nosotros.
San Expedito, apoyo fiel de los que esperan en vos, ruega por nosotros.
San Expedito, yo te suplico, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, ven a nuestro auxilio.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos Señor.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros Señor.
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos mi oración.
Que nuestra voz llegue a ti, Señor.

Oración

Glorioso Mártir de Cristo, protector de los casos urgentes, humildemente te ruego me obtengas del Divino Corazón de nuestro amadísimo Redentor y de su madre la Santísima Virgen María, el pronto socorro de esta aflicción y necesidad en la que me encuentro (...petición...).

Ruega a la inmaculada Virgen María que por los tormentos que su divino hijo sufrió en su pasión y por los dolores de ella padeció en su maternal y virginal corazón, me conceda el alivio de esta tribulación que padezco, si conviene para la mayor honra y gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 NOVENA

Estas son las oraciones participantes de la novena.

Señor, Dios y Padre nuestro que nos permites invocar a San Expedito como intercesor, especialmente en las causas que consideremos justas y urgentes, te suplicamos que en esta hora de aflicción y desesperanza nos asistas con tu gracia.

Escucha Señor nuestra oración, llegue a ti nuestro clamor. Ayúdanos a superar este momento difícil; protégenos de todo lo que pueda perjudicarnos y asiste a nuestros familiares y amigos.

Devuélvenos la paz y la tranquilidad y concédenos la gracia de una pronta y definitiva conversión.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Gozos

Acudimos hacía ti
San Expedito bendito
para aprender de tu vida
el seguimiento de Cristo.

Servir al emperador
ofrece promesas varias
que se convierten en soplo
cuando llega la mañana.

Acudimos hacía ti
San Expedito bendito
para aprender de tu vida
el seguimiento de Cristo.

Postergar la decisión
es el consejo del cuervo
pero Cristo dice "hoy"
al que quiere se su siervo.

Acudimos hacía ti
San Expedito bendito
para aprender de tu vida
el seguimiento de Cristo.

La decisión de Jesús
lleva al martirio y la muerte
pero desde ellos resurge
una vida que es más fuerte.

Acudimos hacía ti
San Expedito bendito
para aprender de tu vida
el seguimiento de Cristo.

Eligiendo en nuestra vida
servir de verdad a Cristo
podemos volvernos libres
sin estorbos, expeditos.

Acudimos hacía ti
San Expedito bendito
para aprender de tu vida
el seguimiento de Cristo.

Tú que estas gozando
la corona de la gloria
haz que la verdad y justicia
logren pronto la victoria.

Acudimos hacía ti
San Expedito bendito
para aprender de tu vida
el seguimiento de Cristo.

Oración de Conclusión

Señor, Dios nuestro, Padre misericordioso y compasivo, que tanto amas a los seres humanos que enviaste a tu Hijo único al mundo, no para juzgarnos sino para salvarnos, concédenos la gracia de una sincera conversión de mente y de corazón.

Permítenos buscar tu reino y su justicia, sabiendo que todo lo demás nos vendrá por añadidura.

Tranquiliza nuestro pobre corazón que tantas veces se engaña pensando que nos hará feliz conseguir algo que no sea tú mismo.

Y que la poderosa intercesión de tu glorioso mártir San Expedito, que con fe hemos invocado, nos alcance lo que te pedimos, en la medida en que no se oponga a tu santa Voluntad.

Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.

Comienzo de la Novena, leer las oraciones y lecturas en el orden marcado.

Día Primero
Jesús, las iglesias y los atribulados.

Oración Diaria

Lectura Bíblica (apoc. 1,9-13ª. 17-19.20b)

Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las tribulaciones, el Reino y la espera perseverante en Jesús, estaba exiliado en la isla de Patmos, a causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús. El día del señor fui arrebatado por el Espíritu y oí detrás de mi una voz fuerte como una trompeta, que decía: "Escribe en un libro lo que ahora vas a ver y mándalo a las siete Iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardes, a Filadelfia y a Laodicea". Me di vuelta para ver de quien era esa voz que me hablaba, y vi siete candelabros de oro, y en el medio de ellos, a alguien semejante a un Hijo de hombre... Al ver esto, caí a sus pies, como muerto, pero él, tocándome con su mano derecha, me dijo: "No temas: yo soy el Primero y el Último, el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo la llave de la Muerte y del Abismo... Escribe lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá en el futuro... los siete candelabros son las siete Iglesias.

Meditación

El correo del emperador romano, en Asia Menor, partía de la capital de Provincia, Éfeso, y recorría por orden las ciudades mencionadas, llevando las órdenes imperiales. Muchas veces, éstas agravaban las tribulaciones de los cristianos.
Frente a los decretos arbitrarios del emperador terreno, el Cristo que sufrió la muerte envía a sus Iglesias una palabra de consuelo. Puede pronunciarlas porque fue "muerto y ahora vive para siempre" y está presente en medio de su Iglesia.
Su presencia se hace manifiesta en la celebración del Día del Señor que congrega a Juan y a sus hermanos y los hace compartir junto a las tribulaciones, el Reino y la espera perseverante de Jesús.
Hoy sigue manifestándose a nosotros si en medio de la tribulaciones seguimos fieles a su Reino y perseveramos en la espera de Jesús.

Compromiso

Descubro la presencia cotidiana del amor de Dios Padre, aún en las cosas más pequeñas e insignificantes y le pido que me ayude a ser fiel a mis compromisos cristianos.

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Segundo
Una carta de Jesús para los cristianos de Éfeso

Oración Diaria.

Lectura bíblica (apoc 2,1-5.7)

Escribe al Ángel de la Iglesia de Éfeso: "El que tiene en su mano derecha las siete estrellas y camina en medio de los siete candelabros de oro, afirma: Conozco tus oras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos; has puesto a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos. Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer. Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo. Fíjate bien desde dónde has caído, conviértete y observa tu conducta anterior. Si no te arrepientes, vendré hacía ti y sacaré tu candelabro de su lugar preeminente... El que pueda entender, que entiende lo que el Espíritu, dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer del árbol de la vida, que se encuentra en el Paraíso de Dios."

Meditación

En esta carta como en las que siguen. Cristo señala que conoce los méritos de sus seguidores. Aquí se trata de la constancia en su seguimiento presente entre los cristianos de Éfeso y los sufrimientos que por él han tenido que soportar.
Pero también señala las defecciones de esa misma Iglesia y su pérdida del amor primero. Advierte que ello puede acarrearle el alejamiento de la presencia divina: "sacaré tu candelabro".
La carta se concluye con una promesa de salvación que en este caso se trata de una total reincorporación a la vida divina que gozaba Adán antes del pecado.
También para nosotros la verdadera vida sólo puede encontrarse en la constancia del seguimiento de Jesús y en la renovación del amor que le profesamos.

Compromiso

Examino mis actos cotidianos y trato de descubrir si los hago por simple rutina, aunque sean bueno, pero sin amor. Trato de descubrir a alguien que está sufriendo cerca de mí e intento acompañarlo, ayudarlo y aconsejarlo.

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Tercero
Una carta de Jesús para los cristianos de Esmirna.

Oración Diaria

Lectura bíblica (Apoc 2,8-9ª.10-11)

Escribe al Ángel de la Iglesia de Esmirna: "El Primero y el Último, el que estuvo muerto y ha revivido, afirma:  Conozco tu tribulación y tu pobreza, aunque eres rica. No temas por lo que tendrás que padecer; mira que el demonio va a arrojar en la cárcel a algunos de ustedes para que sean puestos a prueba, y tendrán que sufrir durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. El que pueda entender, que entienda, lo que el Espíritu dice a las Iglesias; la segunda muerte no dañara al vencedor"

Meditación

Lo aparente es muchas veces engañoso. La visión que tenemos de lo que sucede induce frecuentemente a error. Por eso lo que parece pobreza de la Iglesia de Esmirna es riqueza delante de Dios.
Como consecuencia se alienta a soportar las dificultades que acarrea la lucha contra las injusticias. Se señala que ellas son una prueba temporaria para la comunidad cristiana que busca la verdadera justicia. La fidelidad a Jesús hasta la muerte recibirá como recompensa la corona de la vida y no deberá experimentar ningún otro tipo de muerte.

Compromiso

Estoy atento a no dejarme llevar por las apariencias, a ser menos superficial y materialista. Trato de evitar o denunciar momentos de injusticia en el ámbito familiar, laboral o social.

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Cuarto
Una carta de Jesús para los cristianos de Pérgamo

Oración Diaria

Lectura bíblica (Apoc 2,12-14.17)

Escribe al Ángel de la Iglesia de Pergamo: "El que tiene la espada de doble filo afirma:  Sé que tu habitas donde está el trono de Satanás. A pesar de todo, permaneces fiel a mi Nombre y no has regresado de tu fe en mí, ni siquiera en la época de Antipas, mi testigo fiel, al que mataron en el lugar donde habita Satanás. Sin embargo, debo reprocharte algo, y es que tienes adictos a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac cómo debía seducir a los israelitas para que se prostituyeran, comiendo los alimentos sacrificados a los ídolos... Arrepiéntete, o iré enseguida para combatirlos con la espada de mi boca. El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer el maná escondido, y también le daré una piedra blanca, en la que está escrito un nombre nuevo que nadie conoce fuera de aquel que lo recibe".

Meditación

En medio de un mundo dominado por valores opuestos al querer de Dios. "Donde está el trono de Satanás", la comunidad cristiana proclama con fidelidad el mensaje del Evangelio. Sin embrago, también en ella existen personas que se "casan" con el ídolo del poder, buscando obtener ventajas.
Como en aquellos tiempos, ahora se insiste en la fidelidad confiando que, como el pueblo de Israel en el desierto, recibirá el maná, alimento divino y entrará en una intimidad con Dios mismo, imposible de superar, ya que se le promete un nombre nuevo que sólo él y Jesús conocen.

Compromiso

Trato de tener el corazón abierto para descubrir aquellas actitudes impositivas o autoritarias que no me permiten ser una mujer, un hombre nuevo. Pido perdón a las personas que con frecuencia soportan estas mismas actitudes.

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Quinto
Una carta de Jesús para los cristianos de Tiatira

Oración Diaria

Lectura bíblica (Apoc 2,18-20.26-29)

Escribe al Ángel de la Iglesia de Tiatira: "El hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies semejantes al bronce fundido, afirma:  Conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu constancia. Sé también que tus últimas obras son más abundantes que las primeras. Pero debo reprocharte que toleras a Jezabel, esa mujer que pretende ser profeta, la que engaña a todos mis servidores, y les enseña a prostituirse comiendo alimentos sacrificados a los ídolos... Al vencedor, al que permanezca fiel hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones. Él las regirá con un cetro de hierro y las destrozará como a un vaso de arcilla, con el mismo poder que yo recibí del Padre y también le daré la Estrella de la mañana. El que pueda entender que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias".

Meditación

La comunidad cristiana es alentada por su actuación y el crecimiento de su fidelidad. Sin embargo, también aquí existen personas que causan muerte, como Jezabel la reina cruel que persiguió a Elías y mató a Nabot para quitarle la herencia de sus padres. También ahora adorar a los ídolos sigue causando injusticia y muerte a nuestro alrededor.
También a nosotros se nos promete un poder al que no se podrá resistir porque se origina en el Padre de Jesús y se concede a éste y a sus discípulos. Con esta confianza podremos seguir firmes sin dejarnos engañar por falsas promesas que los poderes de turno ofrecen.

Compromiso

Intento liberarme de las falsas promesas humanas que obstaculizan mi camino, renuevo mi confianza en el obrar de Dios allí donde los hombres no pueden transformar el mal en bien y le pido a Jesús que me ayude a ser más firme en la fe.

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Sexto
Una Carta de Jesús para los Cristianos de Sardes

Oración Diaria

Lectura bíblica (Apoc 3,1-6)

Escribe al Ángel de la Iglesia de Sardes: "El que posee los siete espíritus de Dios y las siete estrellas afirma:  Conozco tus obras. Aparentemente vives, pero en realidad estás muerto. Permanece alerta y reanima lo que todavía puedes rescatar de la muerte, porque veo que tu conducta no es perfecta delante de mi Dios. Recuerda cómo has recibido y escuchado la Palabra: consérvala fielmente y arrepiéntete. Porque si no vigilas, llegaré como un ladrón, y no sabrás a qué hora te sorprenderé. Sin embargo, tienes todavía en Sardes algunas personas que no han manchado su ropa; ellas me acompañarán vestidas de blanco, porque lo han merecido. El vencedor recibirá una vestidura blanca, nunca borraré su nombre del Libro de la Vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus Ángeles. El que pueda entender que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias.

Meditación

De nuevo Cristo pone en evidencia el sentido más profundo de la actuación humana. En este caso, los cristianos de Sardes se han apartado de los compromisos que recibieron y escucharon la Palabra. Es necesario revivir este entusiasmo inicial porque el Señor Jesús volverá como un ladrón y debe encontrarlos preparados, en actitud permanente de vigilia.
Sin embargo, dentro de este ambiente de infidelidad existen personas que siguen defendiendo la vida de Dios y el proyecto de Jesús, simbolizados con la vestidura blanca, sin manchas. Esta imagen, también hace referencia a las vestiduras blancas que llevaban los catecúmenos el día de su bautismo.
Se promete para todos ellos una vestidura semejante. Y junto con ella la seguridad que estarán escritos para siempre en el Libro de la Vida. Como ellos han proclamado a Cristo delante de los hombres, Cristo los presentará como sus amigos ante Dios y sus ángeles.

Compromiso

Renuevo las promesas bautismales y defiendo todas las situaciones que engendren y sostengan el respeto por la vida.

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Séptimo
Una carta de Jesús para los cristianos de Filadelfia

Oración Diaria

Lectura bíblica (Apoc 3,7-8.10ª 11-13)

Escribe al Ángel de la Iglesia de Filadelfia: "El Santo, el que dice la Verdad, el que posee la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir, afirma: Yo conozco tus obras: he abierto delante de ti una puerta que nadie puede cerrar, porque a pesar de tu debilidad, has cumplido mi Palabra sin renegar de mi Nombre. Ya que has cumplido mi consigna, de ser constante, yo también te preservaré en la hora de la tribulación... Yo volveré pronto, conserva firmemente la corono. Haré que el vencedor sea una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Y sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la Ciudad de mi Dios la nueva Jerusalén que desciende del cielo y viene de Dios y también mi nombre nuevo. El que pueda entender que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias".

Meditación

La única salida auténtica para nuestras dificultades es la puerta abierta por Cristo para la humanidad. Los débiles comprendes esto cuando se aferran a las promesas contenidas en la Palabra de Dios y se mantienen fieles al Nombre de Jesús.
Jesús estará con ellos aunque sufran por la injusticia y esa presencia se hará plenitud de gozo, "corona", cuando vuelva definitivamente.
La vida habrá servido para construir un Templo indestructible y una nueva Ciudad plena de Justicia. Nuestro compromiso por las causas justas son una anticipo de ese Templo y de esa Ciudad que anhelamos.

Compromiso

Trato de transformar todas las situaciones de sufrimiento en momentos de encuentros de gozo y alegría con Jesús y con la comunidad.

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Octavo
Una carta de Jesús para los cristianos de Laodicea

Oración Diaria

Lectura bíblica (Apoc 3,14-22)

Escribe el Ángel de la Iglesia de Laodicea: "El que es el Amén, el Testigo fiel y verídico, el Principio de las obras de Dios afirma: Conozco tus obras; no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca. Tú andas diciendo: Soy rico, estoy lleno de bienes y no me falta nada. Y no sabes que eres desdichado, digno de compasión, pobre ciego y desnudo. Por eso, te aconsejo: cómprame oro purificado en el fuego para enriquecerte, vestidos blancos para revestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y un colirio para ungir tus ojos y recobrar la vista. Yo corrijo y reprendo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete! Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos. Al vencedor lo haré sentar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono -. El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias".

Meditación

En esta carta encontramos una dura advertencia a los cristianos de Laodicea. Dos motivos los fundamentan: su falta de decisión y la incomprensión de su situación. Se señalan trágicas consecuencias de esta falta de decisión; porque eres tibio te vomitaré de mi boca. Se muestra también su engaño en la evolución que hace de su estado; lo que considera riqueza, visión y ropaje es, en realidad pobreza, ceguera y desnudez.
De allí la urgente llamada al arrepentimiento, a la que acompaña siempre una promesa. Compartir la cena con Dios es el premio que le espera a todos aquellos que están dispuestos a dejarlo entrar cuando llama a la puerta.

Compromiso

Examino mi vida y trato de descubrir como reacciono cuando mi fe es cuestionada: ¿Callo? ¿Me justifico? ¿Dialogo? Me comprometo a no ser tibio y a aceptar las consecuencias que mis convicciones de fe puedan provocar a mi alrededor

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

Día Noveno
Conversación con el Señor Jesús

Oración Diaria

Lectura bíblica (Apoc. 22,16-17.20-21)

Yo, Jesús, he enviado a mi mensajero para dar testimonio de estas cosas a las Iglesias: Yo soy el Retoño de David y su descendencia, la Estrella radiante. El Espíritu y la Esposa dicen: "¡Ven!", y el que escucha debe decir "¡Ven!". Que venga el que tiene sed, y que quiera que beba gratuitamente del agua de la vida. El que garantiza estas cosas afirma: "¡Si, volveré pronto!" ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! Que la gracia del Señor Jesús permanezca con todos. Amén.

Meditación

El que ha aceptado los mensajes de Jesús y de Juan, su mensajero, puede reconocer que toda causa está en el horizonte de sus preocupaciones. Por ello espera que la presencia del Retoño de David se haga definitiva y no solo por medio de sus mensajes. De allí el grito "Ven" que brota en la boca de los miembros de las comunidades cristianas que se expresa en el Padre Nuestro cuando decimos: Que venga tu Reino y que se haga tu voluntad.
Él, delante de nosotros, sigue asumiendo su compromiso de un pronto retorno al que debemos prepararnos.

Compromiso

A partir de hoy me comprometo a aceptar que detrás de todas las situaciones difíciles e incomprensibles de mi vida hay un porqué. Por la fe, me pongo incondicionalmente en las manos de Dios y rezo, como María: "que se haga en mí según tu palabra".

Gozos...
Padrenuestro...
Avemaría...
Oración de conclusión...
Y Gloria.

 

CORONA DE SAN EXPEDITO

La Corona de San Expedito consta de 9 Misterios, donde se medita y honra las virtudes y hechos de su Santa Vida. Se reza en cada cuenta la siguiente oración:

"Himnos mil al Glorioso Expedito,

Que su Sangre en Armenia vertió,

Cuyo nombre en el Cielo fue escrito,

Y de Mártir la palma alcanzó."

Misterios:

1°  La Santa y Pura Juventud:

"Oh San Expedito, que te conservaste virgen y puro, y que en plena juventud sacrificaste tu vida por la Mayor Gloria de Cristo, Nuestro Señor; concédenos por los méritos de tu martirio, que toda nuestra vida sea adornada por una gran pureza. Ayúdanos con tu poderosa intercesión a adquirir este espíritu de simplicidad de intención y de pureza en nuestro amor. Que la Santísima Virgen, la Reina de los Mártires y de los Vírgenes, se digne junto contigo interceder por nosotros ante su Divino hijo."

"Hermano nuestro, San Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

2° El Coraje y Fortaleza.

"Oh San Expedito, en quien la espada rompió la divina alabanza que exhalaban tus labios en el umbral de la muerte, ayúdanos a permanecer siempre fieles al Señor. No importan los oprobios, las injurias, las amenazas, enséñanos a vencer este despreciable amor propio, causa de tantas debilidades y aún de perjuicios. San Expedito, ayúdame a combatir valientemente, no importa lo que venga, porque rehusar el combate es rechazar la corona. Tú que fuiste fiel hasta la muerte, intercede ante el Trono de la Santísima Madre, la del sobrehumano coraje, y juntos sosténganme."

"Hermano nuestro, San Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

3° La Prontitud

"Oh San Expedito, cuyo nombre nos recuerda que no hay que dejar jamás para mañana la Oración. Tú que con tu fuerte pié de guerrero, aplastaste el siniestro cuervo que invita a esperar y a cavilar, haz que en adelante sin vacilaciones, ni pereza, yo obedezca espontáneamente a la Voluntad del Señor, a fin de que él sea servido sin retardo y siempre por amor. Recuérdame que yo debo estar siempre pronto y velar, para que a su regreso, el Maestro, no me halle dormido y sin aceite en la lámpara, como las vírgenes imprudentes. Que la Inmaculada Madre, que respondió espontáneamente "FIAT" a la demanda del Padre, nos ayude y nos exalte junto contigo."

"Hermano nuestro, San Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

4° La Justicia

"Oh San Expedito, que sufriste la injusticia de los hombres, el Señor te ha Justificado y Glorificado, nosotros recurrimos a tu fiel intercesión, para obtener de nuestro Padre de los Cielos, esta gracia infinitamente preciosa que Él reserva a sus elegidos. Es por el arrepentimiento de nuestras faltas que encontraremos gracia delante del Juez Supremo, y no por la exaltación de nuestras obras. Ayúdame a recordar siempre, que no importa cuales sean nuestras obras, debo considerarme como un servidor indigno e inútil. Que la Santísima Virgen, Espejo de Justicia, nos proteja y nos socorra junto contigo."

"Hermano nuestro, San Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

5° La Humildad

"Oh San Expedito, es en la humilde actitud de la oración, arrodillado y la frente baja, que la espada te arrancó a esta vida. Jefe de legión, joven y honrado, supiste sin embargo despreciar las efímeras vanidades, para recibir así la palma del martirio, que jamás nadie te arrebatará. Ayúdame, Glorioso Soldado de Cristo, a imitar a Aquel que es, Manso y Humilde de Corazón y que para rescatarnos, no dudó en descender al plano de nuestra pobre condición humana, para morir en la Cruz.."

"Hermano nuestro, san Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

6° El Renunciamiento.

"Oh San Expedito, tú que padeciste el ser despedazado por los azotes en silencio y entregado a manos de los verdugos, supiste entender el sentido absoluto de la promesa de Jesús: "Dejen todo y encontrarán todo", Tú que valientemente supiste perderlo todo para ganar a Jesús, ruega por nosotros a fin de que lleguemos también, a ese desprendimiento de todos los bienes de este mundo, tomando conciencia de nuestra miseria y de la nada de las cosas, a fin de no descansar sino en Jesús y María."

"Hermano nuestro, san Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

7° La Fe

"Oh San Expedito, en Quien la fe no vaciló ante los verdugos, obtenednos que la nuestra no se doble bajo la ligera carga de las pequeñas pruebas cotidianas. Ruega para que, Jesús, me conceda tu fe invencible, para que, ni la duda ni la aflicción sirvan de cómplices de mi debilidad y mi cobardía natural. Ven en mi ayuda en estos momentos de turbación y confusión, a fin de que mi corazón, armado de una fe más ardiente, vea renacer en él la paz y la seguridad."

"Hermano nuestro, San Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

8° La Esperanza

"Oh San expedito, Valiente Hermano nuestro, cuando te acusaban injustamente, te insultaban y torturaban para doblegar tu firmeza en la Fe y tu total entrega a Jesús, tu corazón se hallaba anclado y sereno, en Dios y en María, y te decías en tus adentros: "Espera un poco, alma mía, espera la Divina Promesa y poseerás en el Cielo todos los bienes en abundancia."Confiando en esta promesa, no dudaste en despreciar todas las vanas alegrías, promesas mundanas y halagos, y recordándonos por tu generoso sacrificio, que la Gracia de Dios es el Único Tesoro; defiéndenos con tu espada y cúbrenos con tu capa de Legionario, para mantener firme nuestra esperanza como Vos.

"Hermano nuestro, san Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

9° La Caridad

"Oh San Expedito, si la Fe y la Esperanza, te han valido la valiosa Corona y Palma del Martirio, es, sin embargo, tu gran Caridad quien ha santificado tu amoroso sacrificio. Caridad que en Vos ha sido amor verdadero a Jesús, a la Verdadera Fe, y para con tus súbditos y hermanos soldados, martirizados con vos, a quienes con dulce sonrisa y con tu entereza les animaste a seguirte para formar parte del Santo Ejército del Cielo. Ayúdame a purificar mis afectos de todo lo que no sea Dios y su santo servicio, y que esta carne languidezca tras Él, y mi alma sin el Amor de Jesús; sea como tierra reseca, árida y sedienta."

"Hermano nuestro, San Expedito, protégenos mañana y siempre, pero sobre todo hoy."

Escúchanos Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
 
Oración:

Que la intercesión del glorioso Mártir San Expedito nos encomiende, oh Dios, a tu Bondad, a fin que su protección nos obtenga, lo que nuestros propios méritos son impotentes para hacérnoslos conceder. Amén.

(Composición y recopilación de textos, de Fray Pío Guillermo Claudio de Jesús Crucificado)


Otras oraciones de gran utilidad

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Señor ten piedad de nosotros, Jesucristo ten piedad de nosotros. Jesucristo escúchanos. Jesucristo atiéndenos. Padre Celestial que eres Dios, ten piedad de nosotros. Dios hijo redentor del mundo, ten piedad de nosotros. Dios Espíritu Santo, tenga piedad de nosotros. Santísima Trinidad un sólo Dios, ten piedad de nosotros. Santa María Reina de los mártires, ten piedad de nosotros. San Expedito, invencible aliado de las fe, San Expedito fiel hasta la muerte, que todo perdiste para ganar a Jesucristo. Tú que fuiste azotado con varas. Que moriste gloriosamente con la espada. Que recibiste del Señor la corona de justicia por Él prometida para los que lo aman. Patrono de los jóvenes, socorro de los estudiantes, modelo de los militares, protector de los viajantes, abogado de los pecadores, salud de los dolientes, consuelo de los afligidos, mediador de los procesos, nuestro socorro en causas difíciles que nos enseñas que no debemos dejar para mañana nuestras oraciones, sustentáculo fiel de todos los que confían en vos. Cordero de Dios que apagas los pecados del mundo perdónanos Señor. Que mis ruegos lleguen a vos. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Jesucristo escúchanos .

 

ORACIÓN

Que la intersección del Glorioso San Expedito nos recomiende, mi Dios ante vuestra bondad a fin de que su protección nos alcance aquello que no podemos por nuestros propios méritos. (Rezar un credo y un Padre Nuestro)

Te suplicamos Señor inspirar con Vuestra Gracia, todos los pensamientos y acciones a fin de que ellos sean agradables y que por intermedio de SAN EXPEDITO nos impregnemos con coraje, fidelidad y rapidez en tiempo oportuno y favorable para un fin bueno y feliz que deseamos por nuestro Señor Jesucristo. AMEN. (Rezar un Padre Nuestro y un Gloria).

San Expedito, honrado por el agradecimiento de aquellos que os invocan, en la última hora por motivos urgentes os pedimos que alcancéis para nosotros, la bondad todopoderoso de Dios, por la intersección de María Inmaculada  a que pedimos sumisos a la voluntad divina. AMEN. (Rezar un Ave María y un Salve Reina).

Esta oración se puede hacer como novena o rezarla tres días.

 

 

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS  DE PRAGA (incluye oración por los enfermos)

 

 Oh, Niño Jesús, yo recurro a Ti y te ruego por la intercesión de tu Santa Madre, me asistas en esta necesidad (pídase el favor que se desea obtener), porque creo firmemente que tu Divinidad me puede socorrer.

Espero con toda confianza obtener tu santa gracia. Te amo con todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma. Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados, y te suplico, oh buen Jesús, me des fuerzas para triunfar. Propongo no ofenderte y me ofrezco a ti, dispuesto a sufrir antes que hacerte sufrir. 

De ahora en adelante, quiero servirte con toda fidelidad, y por tu amor ¡oh Divino Niño! amaré a mi prójimo como a mí mismo. Niño omnipotente, Señor Jesús, nuevamente te suplico me asistas en esta circunstancia (se manifiesta). Concédeme la gracia de poseerte eternamente con María y José y adorarte con los Ángeles en la Corte del Cielo.
 
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
                                                    
ORACIÓN POR LOS ENFERMOS

  Oh querido y dulce Niño Jesús: he aquí un pobre enfermo que, movido por la más viva fe, profundamente invoca tu divina ayuda en favor de su enfermedad. En Ti pongo toda mi confianza. Sé que tú todo lo puedes y que eres muy misericordioso, la misma misericordia infinita. Grande pequeñito, por tu virtud divina, por el inmenso amor que tienes a los que sufren, a los afligidos, a todos los necesitados, escúchame, bendíceme, socórreme, consuélame. Amén.
Tres Gloria.

BENDICIÓN DE MI HOGAR

Dios Todopoderoso, bendice nuestro hogar con tu amor. Que seamos familia unida en Ti. La Virgen María y tus Angeles protejan a cada miembro de los que aquí habitamos, y a los que nos visitan.
  Aleja al maligno, a personas negativas que quieran hacernos daño, y a los desastres de la naturaleza. Envía a tu Arcángel San Miguel para que nos cubra con su alas y nos mantenga con salud integral. Que Tú siempre seas el primero en nuestras vidas. Amén.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN DADA POR SAN MIGUEL ARCÁNGEL PARA TODOS SUS FIELES Y DEVOTOS  

ARMADURA ESPIRITUAL PARA ESTOS TIEMPOS DE PURIFICACIÓN
 
 
 
  Gloriosísimo y bienaventurado San Miguel, Príncipe de las Milicias Celestiales, a vos mi amado Arcángel, os confío el cuidado de mi cuerpo, alma y espíritu; humildemente me consagro a ti, y te consagro mi familia y seres queridos; sé nuestro protector y amparo en todos nuestros caminos y batallas espirituales. Que al invocar tu Santo Nombre "Quién como Dios, nadie como Dios"(3 veces) sea yo, mi familia y seres queridos, protegidos de todo mal, de todo peligro, y de todo dardo incendiario del maligno en nuestra integridad física y espiritual.
 
Acepta oh bendito San Miguel, ésta mi consagración a tu celestial persona, y hazla extensiva a mi familia y seres queridos. Te lo pido en el nombre: Del Dios Uno y Trino. Bendición.
 
Por la Santísima intercesión de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Reina de los cielos y de los Ángeles, Madre de la humanidad. Bendición.
 
Por la santa intercesión de San Gabriel, San Rafael y demás lumbreras que arden con vos, ante el Trono del Altísimo. Bendición.
 
Por la santa intercesión de los Arcángeles y Ángeles. Bendición.
 
Por la santa intercesión de los profetas y mártires. Bendición.
 
Por la santa intercesión de todos los santos y Santas y Almas Bienaventuradas. Bendición.
 
Por la santa intercesión de las Virtudes, Potestades, Principados, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines. Bendición.
 
Que todo sea para gloria de Dios y salvación de nuestras almas. Amén.
 
 
 
 
ORACIONES DE PROTECCIÓN
 
Bienaventurado San Miguel Arcángel, sé mi guardián y custodio en todos mis caminos y batallas espirituales; que tu santa protección me acompañe de día y de noche. Defiéndeme del enemigo de mi alma y sus agentes del mal. Guíame por el buen sendero. Líbrame de ofender a Dios. En la hora de mi muerte, tómame de la mano y llévame contigo a la gloria del Padre Eterno. Amén.
 
San Miguel: Ilumíname con tu luz.
San Miguel: Protégeme con tus alas.
San Miguel: Defiéndeme con tu espada. Amén.
 
 
 
 
ACTO DE CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL 1

 
¡Oh, gran príncipe de los cielos, fiel defensor de la Iglesia, San Miguel Arcángel, yo, aunque indigno de comparecer ante ti, pero confiando en tu bondad propia y especial, vengo ante ti, en compañía de mi ángel de la guarda y en presencia de todos los ángeles del cielo por testigo de que yo tomo mi devoción hacia ti, te elijo hoy como mi protector y abogado particular y tengo la intención de honrarla firmemente como pueda.

Asísteme a lo largo de mi vida para nunca ofender a Dios ni de palabra ni de palabra ni en los pensamientos. Defiende contra todas las tentaciones del diablo, especialmente en relación con la fe y la pureza, y en la hora de la muerte de inculcar la paz a mi alma e introducirla la patria eterna.
 

 

ACTO DE CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL 2
 
San Miguel Arcángel, príncipe invencible de las huestes angelicales y glorioso protector de la Iglesia universal, te saludo y te alabo por que el esplendor con que Dios ha adornado tan ricamente. Me presento ante usted en compañía de mi ángel guardián, el Beato Padre Markiewicz y todos los bienaventurados y los santos. Los tomo como testigos de mi dedicación y devoción a usted.

San Miguel Arcángel, yo te consagro mi cuerpo y alma. Te elijo como mi patrón y protector. Sé mi fuerza y el guardián de mi vida. Que me ayude por su poderosa intercesión para que pueda imitar su valor y lealtad a Dios, confiando en su amable ayuda y protección, que puede ser la victoria sobre los enemigos de mi alma y estar unidos con Dios en el cielo para siempre jamás. Amén.

 

 
 
CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL 3

 
San Miguel Arcángel, yo me consagro a ti. Me pongo a mí mismo, a mi familia y a todo lo que me pertenece, bajo tu poderosa protección. Acrecienta el fervor en mi corazón y recuerda que, desde este día, yo estoy bajo tu amparo.

Obtén para mi gracia de amar con todo mi corazón de Dios. Mi padre, a Jesús, mi salvador; al Espíritu Santo, mi Santificador, y a María, mi dulce Madre. Amén.

Oh gran príncipe del Cielo, guardián sumamente fiel de la Iglesia, San Miguel Arcángel, yo, aunque indigno de presentarme a ti, pero confiado en tu especial bondad, emocionado (a) por la excelencia de tus plegarias y de la multitud de tus buenas obras, me presento a ti, acompañado (a) por mi Ángel de la Guarda; y en presencia de todos los Ángeles del Cielo a quienes tomo como testigos de mi devoción por ti, te elijo hoy como mi protector y abogado particular, y me propongo firmemente honrarte siempre y ensalzarte con todas mis fuerzas.

Asísteme durante mi vida, para que nunca ofenda los ojos purísimos de Dios, ni con obras, o palabras o pensamientos. Defiéndeme contra todas las tentaciones del demonio, especialmente aquellas contra la fe y la pureza; y en la hora de mi muerte, dona la paz a mi alma y hazme entrar a la Patria Eterna. Amén.

Autor: Consagración de Théophile Marie, Obispo de Coutances y Avranches.
Fuente: Libro: San Miguel, ¿Quién como Dios?, Fundación Jesús de la misericordia.
 
 
 
 
CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL 4

 
Noble príncipe de las Jerarquías Angélicas, valiente guerrero del Altísimo, amante celoso de la gloria del Señor, terror de los ángeles rebeldes, el amor y el deleite de todos los ángeles, mi amado San Miguel Arcángel, queriendo ser uno de tus devotos y tu siervos, hoy que me ofrezco, me entrego y consagro a mí mismo, mi familia y lo mucho que me pertenece bajo tu poderosa protección.

Es pequeña la ofrenda de mi esclavitud, ya que soy un miserable pecador, pero la hago con un fiel corazón, y recuerda que si a partir de hoy me encuentro bajo tu patrocinio, ayúdame en toda mi vida para que mi pecados sean perdonados, el don de amar de corazón a Dios, mi amado Señor Jesús, y mi dulce Madre María, y darme las subvenciones que se necesitan para alcanzar la corona de gloria.

Siempre defiéndeme de los enemigos de mi alma, sobre todo al final de mi vida. Venid, pues, príncipe glorioso, y ayúdame a mí en la última pelea, y con tu poderosa protección líbrame de las profundidades del
infierno. ¡Que así sea!

CONSAGRACIÓN A LOS CORAZONES UNIDOS Y TRASPASADOS DE JESÚS Y DE MARÍA


  
  Divinos Corazones de Jesús y de María, me adentro en el espesor de Vuestros Aposentos para consagraros mi cuerpo como templo de pureza en el que Vosotros habitáis, mi alma como jardín en que Vosotros os recreáis, mis sentidos que guardaré contra todo espíritu de tentación, mis potencias que abriré a las inspiraciones de Vuestra Gracia, mis pensamientos que apartaré de las ilusiones del mundo, mis deseos que pondré en la felicidad del Paraíso, mis virtudes que florecerán a la sombra de Vuestra protección.
 
  Divinos Corazones de Jesús y de María, encended mi corazón con las llamas de vuestro amor para amaros y serviros con toda mi alma, con todas mis fuerzas y hacer que todas las criaturas os honren, os amen y os den gloria.
 
 Divinos Corazones de Jesús y de María, derramad Vuestras Gracias sobre todos vuestros devotos y extended por toda la tierra esta santa devoción a fin de que seáis conocidos, amados y glorificados.
 
 Dulce Corazón de Jesús, sed mi amor.
 
 Dulce Corazón de María, sed mi salvación.
 
 Sagrados Corazones de Jesús y de María haced que os ame cada vez más. Amén.
 

ORACIÓN A LA MEDALLA MILAGROSA (Dictada por la Santísima Virgen)

Oh Medalla de María Milagrosa, sé mi escudo y protección contra todo dardo incendiario del maligno. Que mi ser físico y espiritual a través de tu medalla, permanezcan unidos a ti, Madre Milagrosa.

   Que tu santa medalla me libre de todo mal y peligro; que tu santa medalla me proteja de toda enfermedad, pestes y virus; que al invocar tu santa plegaria: "Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Ti", sea yo, mi familia y seres queridos, protegidos de toda calamidad y muerte imprevista.

   Oh Medalla Milagrosa, protege mi hogar y bienes materiales de todo desastre natural, protege mi vida espiritual y todo mi ser; ampárame madre mía, con el escudo protector de tu medalla; dichoso aquel que la lleva puesta como coraza en su cuerpo y en su alma, porque Tu protección estará con él de noche y de día. Gracias Madre Mía, por tu coraza espiritual, que aleja de mí, al invisible espíritu del mal.
.

   Oh medalla de María Milagrosa, en los momentos de peligro: Cuídame
   Oh medalla de María Milagrosa, de las pestes y enfermedades: Cúrame
   Oh medalla de María Milagrosa, del enemigo de mi alma: defiéndeme
   Oh medalla de María Milagrosa, de los desastres naturales e imprevistos mi hogar y bienes materiales: Protege.

   Y en la hora de mi muerte, que la luz de tu Medalla Milagrosa, me guíe a la Gloria Eterna. Amén.

   Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, con tan hermosa belleza, a ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón, mírame con compasión, no me dejes Madre mía; mi corazón a tus plantas pongo bendita María, para que a Jesús lo ofrezcas junto con el alma mía. Amén.

Consagración al Santo Ángel de la Guarda

 
Mi buen Angel de la Guarda, que ves continuamente el rostro de nuestro PADRE que está en el cielo. Dios me ha confiado a ti desde el inicio de mi vida. Te agradezco de todo corazón por tu amoroso cuidado. A ti me entrego y te prometo mi amor y fidelidad.
 
Te pido: protégeme contra mi propia debilidad y contra los ataques de los espíritus malignos, ilumina mi espíritu y mi corazón para que conozca y cumpla siempre la voluntad de Dios y guíame a la unión con DIOS, PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO. Amén
 
 
 
ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA
 
  Santo Ángel de mi Guarda, compañero inseparable en mi peregrinar hacia el cielo, despierta en mí, ferviente deseo de santidad, ferviente deseo de amar el Sacratísimo Corazón de Jesús y el Corazón Inmaculado de María, con el mismo amor con que tú los amas; ferviente deseo de obediencia a la Iglesia y a su Magisterio.
 
  Santo Ángel de mi Guarda, enséñame las sendas que me conducen hacia el cielo y haz que luche incesantemente por alcanzarlo. Enséñame a descubrir las más leves imperfecciones de mi alma y a buscar el estado de perfección al que Dios me llama. Entra en mi corazón y enséñame la manera de sentir tu presencia, presencia que da desahogo a mi alma y descanso a mi espíritu. Enséñame la forma de escuchar tu voz, voz que siempre me acompañará hasta el día en que me presentes a la casa de mi Padre. Amén.

ORACIÓN PARA LIBERAR 15 ALMAS  DEL PURGATORIO

Penetrando en los dolores de nuestra Señora cuando recibió en sus brazos a su Divino Hijo.

¡Oh Fuente inagotable de verdad, cómo estás tan agotada!
¡Oh Sabio Doctor de los hombres, cómo te has vuelto mudo!
¡Oh Esplendor de la Luz Eterna, cómo estás tan apagada!
¡Oh Amor verdadero, cómo tu hermosa figura se ha deformado!
¡Oh Altísima Divinidad, cómo me haces ver a mí en una tan grande pobreza!
¡Oh Amor de mi corazón, cuán grande es tu bondad!
¡Oh Delicia de mi Corazón, cuán excesivos y múltiples han sido tus dolores!
 
 
 Señor mío, Jesucristo, Tú que tienes en común con el Padre y el Espíritu Santo una sola y misma naturaleza, ten piedad de toda criatura y principalmente de las almas del Purgatorio. Amén.
 
 
 Señor mío, Jesucristo que te encuentras en los brazos de Tu amada Madre, la Santísima e Inmaculada Virgen María, a los pies de la Santa Cruz, Ten a bien escuchar nuestras súplicas y libera 15 almas que sufren en las llamas ardientes del Purgatorio. Amén

LAS TRES ORACIONES (Jesús pide que se recen diariamente estas tres oraciones)

NOVENA DE CONFIANZA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Oh Señor Jesucristo, yo confío esta intención a tu Sacratísimo Corazón:

(Indicar la petición)

 

    Mírame solamente Jesús, y luego haz que Tu Sacratísimo Corazón te inspire. Que tu Sagrado Corazón decida. ¡Yo cuento con Él! ¡Yo confío en él! ¡Yo me entrego a Su Misericordia! Señor Jesús, Tu no me defraudarás. Sagrado Corazón de Jesús, yo confío en Ti. Sagrado Corazón de Jesús, yo creo en Tu Amor por mí. Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu reino. ¡Oh! Sagrado Corazón de Jesús, yo te he pedido muchas gracias, pero imploro ardientemente esta. Tómala, ponla en Tu Sagrado Corazón. Cuando El Padre Eterno la vea, cubierta con Tu Preciosa Sangre, no la rechazará. Ya no será mi plegaria, sino la tuya, oh Jesús. Oh Sagrado Corazón de Jesús, yo pongo mi confianza en Tí. Que jamás sea confundido. Amén.

   

 

II

ACORDAOS (De San Bernardo)

 

  Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado por esa confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.

 

 

III

 INVOCACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

  

  San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate; sé nuestro auxilio contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y Tú, Príncipe de la milicia Celestial, lanza al infierno con el divino Poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

 

 

María, Reina de los ángeles - ¡Ruega por nosotros!

ORACIÓN A LA SANGRE PRECIOSÍSIMA DE VIDA ETERNA Indulgencias: 300 días

  ¡Oh Sangre preciosísima de vida eterna, precio y rescate de todo el universo  bebida y purificación de nuestras almas, que defiendes continuamente la causa de los hombres ante el trono de la suprema misericordia! Os adoro profundamente, y quisiera desagraviaros, hasta donde me sea posible, de las injurias y ultrajes que recibís continuamente de las criaturas humanas; y especialmente de aquellas que se atreven temerariamente a blasfemar de Vos. Y ¿quién no bendecirá esta sangre de infinito valor? ¿Quién no se sentirá inflamado de amor para con Jesús que la derramó? ¿Qué sería de mí si no hubiese sido rescatado por esta divina sangre? ¿Quién os sacó hasta la última gota de las venas de mi Señor? ¡Ah! el amor fue ciertamente. ¡Oh amor inmenso, que nos has dado este bálsamo saludable! ¡Oh bálsamo inestimable, emanado de la fuente de un amor inmenso! ¡oh! haced que todos los corazones y todas las lenguas puedan alabaros, encomiaros y daros gracias ahora y siempre y hasta el día de la eternidad. Amén.
 
 
 
 
  El Papa Pío VII, con rescripto de 18 de octubre de 1815, que se conserva en el archivo de la citada Archicofradía de la preciosa Sangre de Jesucristo, además de conceder 300 días de indulgencia por cada día a los que con corazón contrito rezaren la oración: ¡Oh sangre preciosísima de vida eterna! concede también 100 días de indulgencia por cada día a todo el que rece con devoción las siguientes aspiraciones:
 
 
 
ASPIRACIONES DEVOTAS.
Indulgencias: 100 días
 
Viva, viva Jesús, que por mi salvación derramó toda la sangre de su corazón. La sangre de Jesús fue mi vida; Bendita sea su bondad infinita. Sea siempre alabada la sangre del Crucificado.
 
 Que al mundo del infierno ha rescatado. Esta sangre por bebida se nos ha dado,  Y del pecado a las almas ha lavado. La sangre de Jesús aplaca la indignación del Eterno, y nos lleva a su mansión. Si la sangre de Abel clama venganza, pues la  de Jesús perdona y alcanza. Si de esta sangre nuestro corazón se llena, el ministro del furor divino pronto se ahuyenta. Si la divina sangre de Jesús se enaltece, triunfa el cielo, y el abismo se entristece.
 
 
Digamos juntos con gran confianza:
 
A. la sangre de Jesús démosle alabanza.
 
 
 
Repetid a cada instante y  todos los días: Ven Señor Jesús, Ven Señor Jesús, Ven Señor Jesús.

Espíritu Santo, invocación y entrega  


 
Espíritu de Dios,
 ¡ven a nuestros corazones!
 fluye a través de nuestro ser.
 
Ven a mis órganos vitales, fluye dentro de ellos, hazlos funcionar de la mejor manera, especialmente a mi corazón, y que este latir no sea sólo por las cosas terrenales, haz de este corazón algo más, haz que se enamore de Ti.

  Ven a mis músculos, tócalos, haz que funcionen correctamente, sobre todo, que aprendan a moverse hacia Ti, usando los medios necesarios para visitarte en el Sagrario. Haz que mi lengua te Alabe siempre y te Glorifique.

  Ven Espíritu Santo a mis ojos, boca, oídos, tacto, olfato, que mis sentidos se centren en Ti, que pueda verte, oírte, tocarte en el prójimo. Que mi paladar pueda palpar tu Cuerpo y Sangre en el momento de la Santa Comunión.

Mi olfato Señor, úngelo, que sienta tu aroma en  la naturaleza, las flores, la lluvia, los campos, la hierba, todo lo creado por Ti.

  Fluye Espíritu Santo en mis arterias, venas, sangre, cada célula sea tocada por Ti. Espíritu Divino, que mi parte psicológica sea iluminada y restaurada de cualquier obstáculo negativo, y Tu reines ahí, recobrando mi paz y sosiego.

  Fluye Señor en mis manos, para que se eleven hacia el Cielo, para bendecirte y glorificarte.

  Espíritu de Dios que habitas en mi, sobre todo te pido fluyas en mi espíritu como hijo tuyo, te abro las puertas de mi alma, entra, haz lo que quieras, remueve lo que no es sano, quita lo que me aparta de Ti, cura mis heridas, libera lo que es prisión.   

Ven Divino Espíritu! y toma a esta criatura tuya, que desea ser renovada, quiero ser  barro en Tus Manos.

 Ven Espíritu Poderoso y Santo! fluye en nuestras vidas, en nuestras familias, amigos y seres queridos.

  Fluye en el mundo entero, fluye en el Universo, como ríos, como fuego, como aire, como tierra soplada por el Dios Vivo. Ven! Espíritu Divino! Ven! Embriágame de Ti, como a los Apóstoles. Tómame, me someto a Tu Voluntad, dirígeme a la Tierra Prometida, quiero caminar contigo hoy y siempre. Amén.

Oración al Espíritu Santo

  Ven Espíritu de Dios! Y acoge mi alma. Sea yo luz, sea yo apoyo, sea yo santo, en el Nombre de Jesús. Limpia mi espíritu y sea yo uno contigo en la Cruz.

  Sé mi manantial de dones y carismas, cólmame de tu fuerza y tu bondad. Quiero que me perdones por tantas faltas de caridad.

  Vive en mí, sé mi invitado permanente. Florece en mí como hierba fresca y flores del campo, así, lleno de paz, de Cielo y de Gloria.

  Añádeme en el libro de la Vida, acércame al ritmo Divino, inclúyeme en el Corazón de Dios. Séllame en las manos de Cristo Resucitado, sea yo apoyo, sea yo luz, sea yo santo, en el Nombre de Jesús.
Amén

Oración a San Peregrino Santo Protector de los pacientes de cáncer 

San Peregrino, humilde servidor del Señor y de Santa María, ven en mi ayuda y sosténme en mi debilidad. La enfermedad invade mi cuerpo y hace la vida incierta, la tristeza empaña mi corazón y mi fe desfallece. Por tus súplicas, alcánzame una fe viva, y una esperanza firme, a fin de que Dios tenga compasión de mí, me libre de todo mal, sane mi cuerpo y se cumpla su voluntad en mí. Que en su ternura, sea fortalecido, en las pruebas y angustias que él me llame a vivir para ser siempre testimonio de su presencia en mi vida. 

¡Oh San Peregrino, mi hermano en la fe, se mi protector y ruega por mí a Dios, Nuestro Señor, el Buen Pastor, a fin de que me conduzca un día a su morada de paz y de alegría, donde celebraré su amor, por los siglos de los siglos! Amén.

Padre nuestro, Ave María, Gloria.

¡San Peregrino, ruega por nosotros!

 

Letanía en honor 
de San Peregrino

¡Señor, ten piedad de nosotros! 
¡Cristo, ten piedad de nosotros!
¡Señor, ten piedad de nosotros!
¡Cristo, óyenos! 
¡Cristo, escúchanos!

¡Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros!
¡Dios Hijo Redentor del Mundo, ten piedad de nosotros!
¡Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros!

¡Santa Trinidad que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros!
¡Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros!
¡Madre de los Dolores, ruega por nosotros!
¡Salud de los enfermos, ruega por nosotros!
¡Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros!

¡San Peregrino, ruega por nosotros!
¡Convertido en las oraciones de San Felipe, ruega por nosotros!
¡Afligido por la enfermedad del cáncer, ruega por nosotros!
¡Sanado por la mano desclavada de Jesús crucificado, ruega por nosotros!
¡Tú que convertiste a los pecadores más endurecidos
con la oración y el ayuno, ruega por nosotros!
¡Tú que recibiste los favores que le pediste a Dios, ruega por nosotros!
¡Tú que pusiste toda tu confianza en la oración, ruega por nosotros!
¡Tú que fuiste muy austero en la penitencia, ruega por nosotros!
¡Paciente en los sufrimientos, ruega por nosotros!
¡El más humilde en el sacerdocio, ruega por nosotros!
¡El más bondadoso de los afligidos, ruega por nosotros!
¡El más devoto de la Pasión de Cristo y los dolores de María, ruega por nosotros! 
¡Víctima con Jesús y María por la salvación de las almas, ruega por nosotros!
¡Hacedor de milagros a los enfermos, ruega por nosotros!
¡Esperanza en los casos de enfermos incurables, ruega por nosotros!
¡Patrono universal de los enfermos de cáncer y de los que padecen llagas incurables, ruega por nosotros!
¡Gloria de la Orden de los Siervos de María, ruega por nosotros!

¡Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros! (3 veces)

Ruega por nosotros, oh glorioso San Peregrino,
para que alcancemos las promesas 
de Nuestro Señor Jesucristo. 

Amén.

Oración a María Santísima por la salud de los enfermos Autor: Su santidad Juan Pablo II  


 
Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario
y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo,
participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.
 
Madre misericordiosa, con fe nos volvemos hacia Ti.
Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento
de la prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro "sí",
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien
más grande.
 
Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año Jubilar
sean para nosotros y para nuestros seres queridos,
prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,
para que en la contemplación del Rostro de Cristo Resucitado
encontremos la abundancia de la misericordia de Dios
y la alegría sin fin del Cielo.
 
Amén.

jueves, 22 de enero de 2015

Coronilla a la Divina Misericordia



   El rezo de la Coronilla, como expresión de nuestra confianza en la Divina Misericordia, debe ser perseverante, como dice el Evangelio:  "Es preciso orar siempre sin desfallecer" (Lc. 18,1).

La estructura de la Coronilla es la siguiente:
*-La señal de la Santa Cruz...
                Por la Señal + de la Santa Cruz de nuestros  + enemigos líbranos, Señor, +Dios nuestro.  En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espíritu Santo.  Amén.

*-Padrenuestro...
Padre nuestro, que estás en el cielo.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen.  (Mateo 6,9-l3)
                                  
*-Ave María...
                Dios te salve, María;  llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. (Lucas1,28-31 y 42)
                Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén  (Concilio de Efeso, año 431)

*-Credo...
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. 
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor;
-que fue concebido por obra y gracia del  Espíritu Santo:
-nació de Santa María Virgen;
-padeció bajo el poder de Poncio Pilato;
-fue crucificado, muerto y sepultado;
-descendió a los infiernos;
-al tercer día resucitó de entre los muertos;
-subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso;
-desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo;
-la Santa Iglesia Católica;
-la comunión de los santos;
-el perdón de los pecados;
-la resurrección de la carne;
-y la vida eterna. Amén.

* -   Cada una de las cuentas correspondientes al Padre Nuestro, se comienza con la fórmula: "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación(*) de nuestros pecados y los del mundo entero".
 *-   En cada una de las cuentas del Ave María se reza:  "Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
* -   La Coronilla termina con la triple invocación de: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero". (Diario, 476).


(*) Propiciación:

La palabra propiciación se deriva de "propiciatorio", esta palabra tiene sus raíces en el hebreo; para comprender su significado, tenemos que acudir la Sagrada Escritura.
En el Antiguo Testamento encontramos: «Un propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho» (Éxodo 25,17-22).
«Cuando Moisés entraba en la Tienda del Encuentro para hablar con Él, oía la voz que le hablaba de lo alto del propiciatorio que está sobre el arca del Testimonio, de entre los dos querubines» (Números 7, 89). «Encima del arca, los querubines de gloria que cubrían con su sombra el propiciatorio» (Hebreos 9, 5).
El propiciatorio era una especie de tapa del arca hecha de oro macizo, el llamado "kapporet"; que quiere decir "tapa propiciatoria". En esta tapa propiciatoria estaban cara a cara las figuras de los dos querubines. Los comentaristas judíos más antiguos consideraron el kapporet como una "tapa propiciatoria" probablemente llevados por la idea de que la significación fundamental de la raíz hebrea es "kipper" que quiere decir "expiar, volver a uno propicio"; es por consiguiente lo que "realiza la reconciliación". El término kapporet es mucho más que la simple cubierta, porque está hecha del material más precioso, es decir, de oro macizo, y parece ser el objeto más importante del santuario, llamado aquí "bet kapporet". Es, pues, el kapporet, el lugar santo por antonomasia, en donde reside el Señor, el trono de Dios (cf. 1 Sam. 4, 4; Sal. 80, 2; 99, 1).
El kapporet es lugar donde Dios entra en contacto con su pueblo y se revela, es el lugar donde Dios perdona los pecados y muestra Su misericordia.
Así, pues, si se considera el sentido de "tapa", "cubierta" como el sentido original de la palabra, debe admitirse que por influencia del ritual del sacrificio se transformó poco a poco hasta llegar a propiciatorio, y de ahí se deriva la palabra propiciación es decir, la acción de tapar de cubrir, de expiar.
En la carta de San Pablo a los Romanos y en la carta de San Juan leemos:
«Jesús es exaltado como instrumento de propiciación para pasar por alto nuestros pecados» (Romanos 3, 25). «En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados» (1 Juan 4,10).
En conclusión, se puede decir que Jesús realiza la acción de tapar, de expiar, perdonar, reparar nuestros pecados y los del mundo entero.
La justificación nos fue merecida por la Pasión de Cristo, que se ofreció en la cruz como hostia viva, santa y agradable a Dios y cuya sangre vino a ser instrumento de propiciación por los pecados de todos los hombres. La justificación es concedida por el bautismo, sacramento de la fe. Nos asemeja a la justicia de Dios que nos hace interiormente justos por el poder de Su misericordia. Tiene por fin la gloria de Dios y de Cristo, y el don de la vida cristiana (Catecismo de la Iglesia católica, 1992).

Novena a la Divina Misericordia






PRIMER DÍA

Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas.

Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca los dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión muéstranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

SEGUNDO DÍA

Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.

Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.
Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

TERCER DÍA

Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.

Jesús misericordiosísimo, que desde el tesoro de tu misericordia les concedas a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre celestial.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo y por su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

CUARTO DÍA

Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.

Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

QUINTO DÍA

Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.

Jesús misericordiosísimo que eres la bondad misma, tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

SEXTO DÍA

Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.

Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan.
Bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

SÉPTIMO DÍA

Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.

Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.
Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

OCTAVO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi justicia. Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi justicia.
Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí que yo llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adecuada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen límites. Amén.
CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

NOVENO DÍA

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.

Jesús misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque tú lo puedes todo.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. Amén. (1209-1229)

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA